¿Tienes dudas reales?
¿Vale la pena una variable?
+
Depende de tu perfil y de lo que esperes a medio plazo. Si crees que los tipos bajarán en los próximos años, la variable puede salirte a cuenta. Pero hay que estar preparado para subir y bajar con el Euríbor.
¿Puedo cambiar de variable a fija si me arrepiento?
+
Sí. Se puede hacer una subrogación o cancelar y firmar una nueva. Eso sí, asegúrate de que compensa: hay comisiones y gastos que conviene revisar bien.
¿Es mejor una variable si planeo vender el piso en pocos años?
+
Puede ser. Como la cuota inicial suele ser más baja, pagarás menos al principio. Pero cuidado: si el Euríbor sube mucho, puede salir caro aunque sea poco tiempo.
¿Cuánto puede subir mi cuota con una variable?
+
Cada revisión (normalmente cada 6 o 12 meses), la cuota se ajusta al Euríbor. Un punto más puede suponer cientos de euros al año. Hay que hacer números antes de firmar.
¿La variable siempre empieza más barata?
+
Casi siempre sí. Es su gancho. Pero no te fíes solo del inicio. Lo que importa es lo que vas a pagar en total, no solo la primera cuota.
¿Hay forma de protegerme ante subidas del Euríbor?
+
Sí. Algunas entidades ofrecen topes (cap) o límites. También puedes amortizar anticipadamente o cambiar a fija si ves que se dispara. Pero no todos los bancos lo permiten fácilmente.
¿Qué pasa si el Euríbor baja mucho? ¿Gano dinero?
+
Pagas menos, que ya es bastante. En ese caso, la variable te premia. Pero cuidado: lo que hoy baja, mañana puede subir. La clave está en tu tolerancia al riesgo.