Novación: renegocias con tu banco condiciones como TIN, plazo o tipo (variable→fijo/mixto). Subrogación: trasladas tu hipoteca a otro banco que te mejora la oferta. Comparamos ambas para ver qué te conviene.

• Novación: si tu banco iguala o se acerca a la mejor oferta y quieres un proceso más simple.
• Subrogación: si otro banco mejora claramente TIN/TAE o te permite un cambio de fijo, variable o mixto con mejores condiciones.

Depende del contrato y del banco. Puede incluir comisión de novación, posibles comisiones por reembolso anticipado, y, en su caso, costes de tasación y gestoría/notaría/registro. Te indicamos el coste total antes de decidir.

Suele incluir comisión de subrogación (si la hay en tu escritura), tasación y gastos de tramitación (gestoría/notaría/registro según el caso). El nuevo banco puede asumir parte. Lo vemos en números reales.

Sí, tanto por novación como por subrogación. Analizamos impacto en cuota, coste total y TAE para evitar sorpresas.

• Apertura / novación / subrogación (si existen).
• Reembolso anticipado y, en fijas, posible compensación por riesgo de tipo.
• Vinculaciones: seguros, cuentas, tarjetas… y su coste real.

• Escritura de tu hipoteca y certificado de deuda pendiente.
• Cuadro de amortización y últimos recibos.
• Nóminas/IRPF, vida laboral (o documentación de autónomos).
• Tasación actualizada (si la requiere el nuevo banco).

• TAE y TIN reales tras bonificaciones.
• Gastos (tasación, comisiones) y plazo remanente.
• Vinculaciones obligatorias y su coste anual.
• Cuota ahora y evolución de cuota con cada opción.

Depende de la entidad y la documentación. Como referencia, una novación puede resolverse más rápido; una subrogación implica trámites entre bancos y puede alargarse algo más. Te damos un calendario realista desde el minuto 1.

No. En PIPPE trabajamos refinanciación hipotecaria por novación o subrogación. Si necesitas ajustar tu cuota, estudiamos cambios de tipo/plazo y ofertas de otros bancos.